NEUROCIENCIA EDUCACIONAL PARA PROFESORES (NEUROEDUCA)
A las 16: horas del viernes 15 de noviembre se llevó a cabo la Ponencia Neurociencia educacional para profesores. Una visión complementaria a los aprendizajes de la enseñanza y el aprendizaje a cargo del ponente el Dr. Sergio Dávila Espinosa, especialista en docencia y enseñanza de las matemáticas.
Sergio Dávila se presentó como neuroeducador y ofreció una charla para docentes desde la mirada de un docente. Inició su conferencia subrayando la importancia de conocer cómo funciona el cerebro y los grandes aprendizajes sobre cómo funciona logrados en las últimas décadas.
El aprendizaje tiene más tiempo como objeto de estudio que el estudio del aprendizaje en el cerebro. Para muchos estudiosos fue una caja negra durante mucho tiempo, en los años 90s la proliferación de aparatos que permiten la imagenología cerebral ha permitido saber qué sucede en un cerebro vivo en tiempo real.
A finales de los 90s no se podía saber cómo suceden las cosas. Watson estudió el aprendizaje sin poder observar lo que hoy es posible.
Los cursos de neuroeducación no son para enseñar a enseñar. Lo que se sabe sobre el aprendizaje es que no sucede en una región del cerebro (como la visión que si está alojada en la región occipital), es un metaproceso conformado por otros procesos como la atención, la emoción y la memoria. La neuroeducación recupera aquella falacia donde no se debe enseñar a memorizar. Dávila aseguro que no hay anda que se pueda aprender sin la participación de la memoria (que también es un metaproceso.
El cerebro humano es producto de la evolución de millones de años en las especies. Así como se tiene antepasados en otros seres vivos de alguna manera nuestro cerebro es una forma evolucionada de cerebros anteriores, esto nos permite estar ahora como especie. Nuestro cerebro nos ha proveído herramientas para adaptarnos al medio.
La plasticidad cerebral es la capacidad para reorganizarse continuamente armando y desarmando conexiones neuronales en respuesta a información nueva, a la estimulación sensorial y a las vivencias experimentadas. El aprendizaje modifica nuestro cerebro. El aprendizaje modifica nuestro cerebro.
A manera de analogía, el Dr. Sergio Dávila comparó una de las vialidades de San Luis en la cual a lo largo de las décadas han crecido las rutas hasta formar un distribuidor vial. De manera similar sucede en nuestro cerebro al utilizar sus capacidades se fortalece la red neuronal.
Funcionalmente tenemos el mismo cerebro que los cazadores - recolectores de hace 300, 000 años. Estamos preparados para aprender, pero no como lo hacemos en las aulas tradicionales. Desde la neurobiología del aprendizaje el proceso de atención es la puerta de entrada.
Vivimos en una era de la distracción donde existe una sobre estimulación. Los celulares están diseñados para atraer la atención de una manera más disruptiva y adictiva. El cerebro actúa en un modo enfocado y en un modo difuso, el problema es que ambos gastan energía, nuestro cerebro no regula el consumo en busca de optimizar la energía.
Los alumnos no se distraen, el modo por default es estar distraído. Se debe convertir a un modo de enfoque para garantizar el abordaje de los contenidos al cerebro. El recorrido entre lo que queremos que el alumno aprenda y su aprendizaje a largo plazo es una carrera de obstáculos.
La memoria tiene tres etapas:
La codificación (en corteza prefrontal) que es como tejer un conocimiento con una emoción, con una sensación. La memoria de trabajo está limitada:
- Centrada en la atención
- Cenra en pocos minutos
- Centro de manipulación de la información
- Almacenamiento temporal
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